A medida que transcurre la vida útil de un vehículo, tener que sustituir determinadas piezas durante el mantenimiento del coche es un gasto inevitable con el que hay que contar, pero si hablamos de repuestos, hay algunos consejos que no hay que olvidar si queremos que la sustitución no resulte tan cara que te plantees si merece la pena.

No hace falta ser un mecánico experto para saber que en un automóvil son muchas las piezas que intervienen para lograr una conducción cómoda y ante todo segura. Desde elementos indispensables para el motor, la dirección asistida o los frenos, hasta el equipamiento del habitáculo… todo influye a la hora de coger el coche sabiendo que está en condiciones óptimas para realizar cualquier trayecto.

A la hora de ahorrar dinero, el primer consejo a tener en cuenta es no continuar utilizando una pieza que esté deteriorada o defectuosa. Aunque creas que “aguanta”, no es conveniente, primero por tu propia seguridad y segundo porque a la larga te saldrá más caro. Si un elemento del vehículo no funciona correctamente, afectará a toda la maquinaria y, probablemente, acabe estropeando tal vez otra pieza aún más costosa. Un ejemplo claro: no cambiar los discos de freno puede acabar deformando las llantas.

Por supuesto, antes de realizar cualquier cambio, si tu vehículo es relativamente nuevo comprueba que la pieza no haya venido defectuosa de fábrica y no esté incluida en la garantía. Tal vez el cambio te salga gratis.

¿Dónde encontrar repuestos a buen precio?

Si necesitas un repuesto determinado para tu coche elige siempre uno de la misma marca. Cada fabricante es único y es realmente complicado que una determinada pieza sirva para distintos modelos. Si tienes un Volkswagen, compra recambios del modelo correspondiente, siempre buscando la calidad óptima y todas las garantías. La mejor manera de ahorrar una importante cantidad de euros es comparando entre distintos comercios y proveedores sin olvidar que en internet tienes opciones, como autorecambiosstore.es, donde es fácil encontrar repuestos para un gran número de marcas y modelos a precios realmente competitivos.

Seguramente habrá algunas sustituciones que tengas que realizar en taller, pero no son pocas las piezas que, con un poco de “maña” y tal vez algo de asesoramiento, puedes cambiar tú mismo, con el consiguiente ahorro económico que esto supone. Un guardabarros, unos retrovisores, bujías, el depósito del agua de los limpiaparabrisas, el filtro antipartículas, la batería, los intermitentes… son muchos los elementos del coche por los que no es necesario pagar de más si necesitas cambiarlos.

En las webs especializadas en este tipo de productos cada vez es más sencillo tener en casa y en muy pocos días la pieza que necesitas. Basta con consultar el catálogo correspondiente a la marca y modelo de tu coche y buscar la pieza que te interesa. No cabe duda de que resulta muy cómodo y además es una manera de ahorrar no solo dinero, sino también tiempo.

Como último consejo, aunque creas que es buena idea, buscar tu pieza  en un desguace no siempre es la mejor opción por varias razones: primero, no siempre te resultará demasiado sencillo, puede llevarte días o semanas; segundo, las garantías son mínimas; y tercero, a veces lo barato sale caro.

La seguridad al volante depende del buen estado de cada pieza de tu automóvil. Elige la opción más cómoda y razonable en cuanto a la relación calidad/precio, pero siempre recordando que tus repuestos han de ser de la misma calidad que las piezas originales que traía el vehículo, y que deben durarte un tiempo mínimo para que la inversión que realizas al renovarlas siempre resulte rentable.